Emilia y Pedro Utrera
AL COMPAS DE MAITINES
Mi memoria me hizo recordar,
que yo allí de niño,
ya había estado antes.
Al compás de maitines,
y el chirriar de mi ventana,
me preguntaba yo!
donde están los geranios
que yo allí contemplaba.
La misma troje,
la misma tinaja,
donde yo me escondía,
de los señoritos que mandaban.
Cuatro jarones en la lumbre,
humeante en la matanza,
el gato runrunea bajo sus nalgas,
y yo con cabrillas en las patas.
El puchero junto al fuego,
con sus viandas escasas,
yo miraba y miraba!
a la chacina de la matanza.
La misma cocina,
la misma ventana,
los mismos rayitos,
que entraban por mi ventana.
Sus paredes impregnada,
con aroma tomillo y jara,
yo me llene de su fragancia,
mirando a las musarañas.
Los garbanzos se cocían,
como un ritual de cada día,
trajinante el chorizo se resistía,
yo una plegaria al tocino le decía,
pasa canete,
que contigo nadie se mete,
acto seguido le digo al chorizo,
alto mi capitán,
que te vas haber preso,
entre dos cachos de pan.
Poemas de-
Pedro Utrera.