FOTO DE PEDRO UTRERA
LOS GIRASOLES NEFARIOS
Hagamos una reflexión,
de este mundo hostigoso
y de girasoles malvados.
El lobo hace daño por instinto,
y el ser humano,
se viste de piel de cordero
para hacerte daño hasta en los escritos.
Es evidente,
que las apariencias engañan,
quizás en este mundo
de cinismo y pederasta,
no valga la pena,
ni fiarse de las musarañas.
La esperanza herida con mi lloro,
la dignidad por las cloacas,
quizás no supe consolarla
oh! quizás no supe cuidarla,
fue tanta la ofensa hostigada
que me partieron el alma,
no se puede dar crédito,
de como seres humanos
se ensañaran con tanta saña.
Maldito el cinismo
que pasivamente les ampara,
tratándose de estos seres
se llega ala conclusión
de la falta de caridad
que tienen con el ajeno,
y su dignidad es depravada.
Nunca pensé jamás,
que esta ofensa pasara,
no se lo deseo a nadie,
ni al más enemigo que me matara.
Asignatura pendiente,
para estos insolentes,
que van de modosos,
y luego tiran de guadaña.
Donde esta la hética de los valores
y de la dignidad humana,
pasivamente pasamos
y el egoísmo nos atrapa,
no molestemos a las pirañas,
porque tratándose de estos seres
es mejor cuidarse de sus garras.
Ante la adversidad del quebranto,
hacemos regalos parroquianos
para limpiar la conciencia,
y preguntarse al respetable,
hasta donde no son culpables
de tanta malignidad
y que Dios los ampare.
Cuantas noche en vela
y mi dignidad ultrajada,
es evidente que no tienen escrúpulos,
ni conciencia humana,
quizás necesiten la tragedia de otros
para sentirse más importante,
y a esto sinsolentes
la conciencia les resbala.
No es lo mismo tropezar en una piedra,
que te hagan tropezar con saña,
si por tener humildad
y hacer bien a los de más
se quiere hacer daño al ajeno,
la peor de las ingnorancia de esta gente,
es desconocer el buen trato a los demás.
Dios nos libre de estos ricos pobres,
que no son capaces de amar ni de sentir
ni de compartir sentimiento,
como dijo un poeta divino
los cementerios llenos.
Bastante tienen estos seres
con su índole y su idiosincrasia,
apliquense una dosis de humildad,
y a diferencia de otros,
mi lema siempre ha sido
haz bien y no sepas a quien.
Ni los nefarios indignos podrán
con mi inspiración poética,
ni con mi sentimiento noble,
aunque me hayan roto el alma.
Poemas de-
Pedro Utrera.