Nací en Casillas de Coria, envuelto en lagrimas de pureza un 22 de Febrero de 1.949, de donde tuve que emigrar al País Vasco en el año 1.963, junto con mis Padres y Hermanos, ya que por aquel entonces la necesidad era obligada. Fue el año que mataron al presidente Kennedy. Pero 3 años antes, tuve que dejar la escuela para ponerme a trabajar y ayudar a la economía de la casa, que no era muy boyante, y había que trabajar arrancando jaras para los señores de antes, ya que si querías comer no había más remedio que doblar la rabadilla. Yo, que fui mal estudiante y pocas oportunidades que nos dio la vida, aquí me encuentro sin estudios académicos. Pero no son menos importante los estudios que me ha enseñado la vida, por ejemplo junto a mis Padres, que me enseñaron a ser persona y a tener dignidad, y caminar y hacer que caminen los demás, porque esa es mi visión de la vida, a través de los pueblos de su gente sencilla, de su belleza, rebuscando en los entresijos de la propia vivencia de la vida. Esta es mi poesía que me sale de mi adentro, como se dice en el argot flamenco, me sale de lo más jondo, y expresamos al dolor y la fatiga y a las penurias que hemos “pasao”, porque no nos olvidemos de donde venimos, del arado de la trilla del yunque y la fragua. Y como suelo decir yo: Soy amigo del viento, entre dos aguas me crié, soy de Casillas de Coria, de un rincón extremeño, por si ustedes lo quieren saber.



viernes, 27 de marzo de 2009

Emilia y Pedro Utrera


AL COMPAS DE MAITINES



Mi memoria me hizo recordar,


que yo allí de niño,


ya había estado antes.





Al compás de maitines,


y el chirriar de mi ventana,


me preguntaba yo!


donde están los geranios


que yo allí contemplaba.





La misma troje,


la misma tinaja,


donde yo me escondía,


de los señoritos que mandaban.




Cuatro jarones en la lumbre,


humeante en la matanza,


el gato runrunea bajo sus nalgas,


y yo con cabrillas en las patas.





El puchero junto al fuego,



con sus viandas escasas,


yo miraba y miraba!


a la chacina de la matanza.





La misma cocina,


la misma ventana,


los mismos rayitos,


que entraban por mi ventana.





Sus paredes impregnada,


con aroma tomillo y jara,


yo me llene de su fragancia,


mirando a las musarañas.






Los garbanzos se cocían,


como un ritual de cada día,


trajinante el chorizo se resistía,


yo una plegaria al tocino le decía,


pasa canete,


que contigo nadie se mete,


acto seguido le digo al chorizo,


alto mi capitán,


que te vas haber preso,


entre dos cachos de pan.





Poemas de-


Pedro Utrera.

domingo, 15 de marzo de 2009

Foto de- Pedro Utrera
Su imagen lo dice todo
UN PARAÍSO DE LIENZOS Y TAPICES


Cuando Dios hizo a Extremadura,

se acordó de las Hurdes,

de su estampa y de su hermosura,

de sus Meandros y de su textura.



Un paraíso de lienzos y tapices,

un lugar de espacios abiertos

de ondulados matices de colores,

con su gente humilde galante y soñadora,

perpleja se me queda la mirada,

porque nunca mi inspiración poética

ha llegado alcanzar con la poesía,

la más alta estética de tu belleza.



También el globo terráqueo nos deja,

esta bella estampa de tapices de colores,

que a su paso por Río Malo de abajo,

se pierden los sentidos al contemplar,

a su Majestades los Meandros

de cielo azul en su alcoba.



Muchas veces he corrido los parajes

de tu anfiteatro,

pero nunca como ahora la mirada,

me ha echo recrearme tanto en tus regazos.



Con mi cámara de viaje,

plasmo y rubrico las maravillas,

que tu atesoras bajo tu aposentos,

desde mi armoniosa placidez plasmada,

yo soy espectador de tu escenario.



Porque tu eres alma corazón y vida,

donde tus moradores nos dejaron,

un legado de bellos rincones,

que hoy en día nada tiene que ver,

con pliegos escritos en blanco y negro.



Se dice que las comparaciones son odiosas,

pero tu belleza es como la mujer hurdana,

con su frente limpia y clara,

como rayitos de soles,

que entran por su ventana.


Poema de-
Pedro Utrera.