Nací en Casillas de Coria, envuelto en lagrimas de pureza un 22 de Febrero de 1.949, de donde tuve que emigrar al País Vasco en el año 1.963, junto con mis Padres y Hermanos, ya que por aquel entonces la necesidad era obligada. Fue el año que mataron al presidente Kennedy. Pero 3 años antes, tuve que dejar la escuela para ponerme a trabajar y ayudar a la economía de la casa, que no era muy boyante, y había que trabajar arrancando jaras para los señores de antes, ya que si querías comer no había más remedio que doblar la rabadilla. Yo, que fui mal estudiante y pocas oportunidades que nos dio la vida, aquí me encuentro sin estudios académicos. Pero no son menos importante los estudios que me ha enseñado la vida, por ejemplo junto a mis Padres, que me enseñaron a ser persona y a tener dignidad, y caminar y hacer que caminen los demás, porque esa es mi visión de la vida, a través de los pueblos de su gente sencilla, de su belleza, rebuscando en los entresijos de la propia vivencia de la vida. Esta es mi poesía que me sale de mi adentro, como se dice en el argot flamenco, me sale de lo más jondo, y expresamos al dolor y la fatiga y a las penurias que hemos “pasao”, porque no nos olvidemos de donde venimos, del arado de la trilla del yunque y la fragua. Y como suelo decir yo: Soy amigo del viento, entre dos aguas me crié, soy de Casillas de Coria, de un rincón extremeño, por si ustedes lo quieren saber.



martes, 29 de diciembre de 2009

VUELVEN A CASA POR NAVIDAD

FOTO -DE PEDRO UTRERA

José Mercé y Moraito Chico,
Vuelven a casa por Navidad,
a cantarle a la peña flamenca de la buleria de Hervás,
ya son unos veintidós o veintitrés años que estos dos
Jerezanos cabales, nos deleitan con su sabiduría del desgarro vibrante.
Buenas noches familia dice José Mercé, cuando irrumpe en la peña de amigos
de la buleria de Hervás, me siento como en casa con mi gente y haber como me sale un año más.
Figuren se Ustedes si ellos se sienten como en casa, como podremos sentirnos nosotros, tratándose de las máxima figuras actuales del flamenco, yo no soy un entendido del flamenco,
pero si soy un aficionado que siente el flamenco por los cuatro costao, y soy cociente
que todos los que amamos el flamenco de verdad somos gente buena, porque a la hora
de expresar los sentimientos, expresamos la injusticia al dolor a las penurias de sonrisas
y lágrimas que nos ha marcado la vida. Por eso quisiera hacer un hincapié en estos tiempos
que corren de crispación y de solidaridad con aquellos que no tienen, porque siempre
da más el que menos tiene, que el que más puede, y con esta maldita crisis que nos
atormenta y que nos va atrapando en la maraña del sistema capitalista.
Pongo un ejemplo aseguir como la caballerosidad de José Mercé y Moraito,
que un estando en lo más alto siempre están ahí dando amor y cariño y amistad,
abecés perdiendo galas para estar con nosotros o bien un Sábado o un Domingo
disfrutando de una noche de cante y de guitarra, en estas fechas tan entrañables
de Navidad. Ellos saben de donde vienen y siguen siendo los mismos Gitanos de
siempre, ahí esta la clave de sus éxitos de sus grandezas, cuantos Payos tendríamos
que mirarnos al espejo de estos dos iconos del flamenco, como Personas y como artistas
lo digo desde lo más hondo mi Corazón, porque más alto y más claro no lo puedo decir
aunque mis palabras salen del silencio, pero cuando unas Persona teda esa confianza
y esa amistad, que menos corresponder con mi gratitud y mi humilde escrito,
desde mi pagina Web quiero homenajear a ellos, y Curro que en gloria este,
Hijo de José Mercé.


-Este poema va para ellos-

El cante y la guitarra,
la guitarra y el cante,
llora la guitarra,
a los quijios del cante,
Moraito la consuela,
de mañana y tarde,
y en las noches de luna clara,
José Mercé,
rompe los esquemas de los cante,
porque en el cielo están,
gitanitos de encaje.

Poemas de-
Pedro Utrera.