Nací en Casillas de Coria, envuelto en lagrimas de pureza un 22 de Febrero de 1.949, de donde tuve que emigrar al País Vasco en el año 1.963, junto con mis Padres y Hermanos, ya que por aquel entonces la necesidad era obligada. Fue el año que mataron al presidente Kennedy. Pero 3 años antes, tuve que dejar la escuela para ponerme a trabajar y ayudar a la economía de la casa, que no era muy boyante, y había que trabajar arrancando jaras para los señores de antes, ya que si querías comer no había más remedio que doblar la rabadilla. Yo, que fui mal estudiante y pocas oportunidades que nos dio la vida, aquí me encuentro sin estudios académicos. Pero no son menos importante los estudios que me ha enseñado la vida, por ejemplo junto a mis Padres, que me enseñaron a ser persona y a tener dignidad, y caminar y hacer que caminen los demás, porque esa es mi visión de la vida, a través de los pueblos de su gente sencilla, de su belleza, rebuscando en los entresijos de la propia vivencia de la vida. Esta es mi poesía que me sale de mi adentro, como se dice en el argot flamenco, me sale de lo más jondo, y expresamos al dolor y la fatiga y a las penurias que hemos “pasao”, porque no nos olvidemos de donde venimos, del arado de la trilla del yunque y la fragua. Y como suelo decir yo: Soy amigo del viento, entre dos aguas me crié, soy de Casillas de Coria, de un rincón extremeño, por si ustedes lo quieren saber.



viernes, 28 de noviembre de 2008


POESÍA ES LA ÚNICA QUE NO MIENTE SIEMPRE QUE SE AGA
DESDE EL CORAZÓN Y LA ESPIRITUALIDAD

No corren buenos tiempos,
me decía mi gran amigo de la infancia; Teodoro campos,
que como el y miles de extremeños por estas fechas
regresan a su lugar de origen,
para recordar las vivencias de nuestros recuerdos de niños.
Me seguía comentando,
que tiempos aquellos de pastoreo y de surco y besana,
que junto con el eco de mi voz, los silbidos pastoriles
se nos quedo grabado en la memoria,
como un ritual de formas de costumbres y belleza,
como los parajes de la dehesa boyal, o los Canchos de Ramiro;
Que con sus meandros de cielo azul en su alcoba,
oh! de aquel molino del compuesto, y de tantos y tantos recuerdos
de silencios y misterios, que encarnaron a nuestra supervivencia,
de contrabando y de malvados tricornios.
Ya la manada esta en calma, con los dorados atardeceres,
el rumor de la rítmicas ribera,
al compás del canturreó de los grillos enternecedor
a ritmo de fragancia crepuscular,
donde fuimos niños de un Dios transio.
Amigo mío! es verdad que no corren buenos tiempos;
Donde esta la ética y la bondad de nuestras costumbres,
que nos dejaron nuestros Padres ríos de versos y de poesía,
que hoy en la actualidad vivimos en una sociedad materialista,
llena de convulsiones y de egoísmo y de vivencias,
que solo damos valor a las turbulencias
de masas y de tragedias y pederastas.
Y por si fuera poco la crisis financiera que tanto nos atormenta,
a miles y miles de familias sin trabajo y con pocos recursos,
donde ahí entra la picaresca de algunos actores de la sociedad,
para vestirse de piel de cordero,
para aprovecharse de la confianza de la buena gente,
para seguir, que el rico sea más rico,
y el pobre sea más pobre,
donde el agravio entre bambalinas
de algunos actores sin escrúpulos,
por mucho que se vistan de piel de cordero
no dejan de ser lobos.
No te olvides viejo amigo,
que el otoño seguirá siendo tan mágico
como un niño en su habita natural,
donde yo mañana no estaré,
y no poderte deleitar.
Aunque mis poemas se han poetrasto,
mi poesía nunca te podrá fallar.

Piensa en la poesía

que te gratificara,

es la que no miente

y te dice la verdad.



Poemas de
Pedro Utrera.

jueves, 27 de noviembre de 2008

DESDE TU MIRADOR

Hervás- Foto de Pedro Utrera

Hervás!
visitada y trajinante
y bulliciosa en sus calles,
declarada conjunto histórico
de interés cultural.


Barrio judío escondido al sol,
con su fuente chiquita
vertiendo lágrimas;
por los amores incomprendidos
entre judíos y cristianos.


Iglesia del castillo mirador,
cuentan en tus leyendas
que en tu fortaleza,
un tesoro de misterios
de embrujo de amores,
entre Zoraida y José María;
que dejaron grabado,
en los anales de la historia.


Calle de Gonzalez fiori,
seis columnas templarías
sostienen la casa del miedo;
arrastrando cadenas
entre quejios y lamentos.


Iglesia del convento
trinitarios descalzo,
su retablo una reliquia de arte,
Cristo del perdón
con su imagen perfecta,
suplicando amor;
Hervás te venera
con pañuelos de sangre,
de tu sudor.


Desde tu mirador
el más sorprendido soy yo,
porque presiento
que me están observando;
Con tu ojo de buey
desde verdes campiñas
pámpanos verdes grises olivares.


Se extiende por la ladera oeste
arquerías de encanto,
con su Museo de la moto clásica;
que me hace traspasar
la barrera del tiempo.


Y de norte a sur,
la sierra de Hervás
con su pinajarro,
cabalgando entre nubes
de sabanas blancas,
donde se diluye su pureza
entre galerías y gargantas,
para convertirse
en arroyitos de agua clara.


Y mirando hacia el sur,
la primavera abandona
los raños y a los tonos ocres,
para vestirse de verde amarillo violeta,
a sabiendas que su belleza,
es compartida con trigales y amapolas.


Poema de
Pedro Utrera.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Arbol de Navidad

feliz Navidad -2.009
y un prospero año nuevo
Os desea Pedro Utrera.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Mi primer poema

El aullido del lobo
Pedro Utrera.

Mi primer poema fue para mi,
muerte desolación y pena,
de no haber sido por ti,
no abría valido la pena,
escribirte yo a ti, estos poemas.
Aunque tu muerte volando se fue,
cumpliste tu proeza,
dejándole al mundo entero,
tanto amor y tanta belleza.

Entre riscos picachos y farallones
el buitre leonado con su gente te venera,
como si de un ritual o vaticinio fuera,
desde la peña Maya, y la caída de la tarde,
el estruendo aullido del lobo sobrecogedor,
que provenían de las cárcavas de la sierra.

No es tanto como lo pintan al lobo,
ya que hay gente que se viste de piel de cordero,
para darte una patada en el trasero,
pero tu fuiste su mejor amigo
y ellos te supieron comprender.

Camino de Poza de la Sal
flores con aroma de azahar,
donde mi niña Lorena cogía flores
para su tumba sepulcral,
ella inocente en la tragedia
le puso un ramo de flores y se puso a llorar.

Fue tanta belleza emocional,
que los regatos junto a los junquillos
con sus lloros nos salpicaron al pasar,
por la muerte del genuino naturalista,
Feliz Rodrigue de la Fuente,
el rey de la naturaleza,
nacido en Poza de la Sal.

Poemas de Pedro Utrera.
Basado en el año de su muerte.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Sobre rueda por las calle de Hervás

Plaza de Hervás
Foto de Pedro Utrera.

Al filo del alba
puntuar a su cita,
este corresponsal de canela fina,
siempre con una sonrisa en los labios,
aunque le hiera la falacia de la vida.

Sobre rueda fiel a su cita
con la prensa diaria,
por las calles emblemáticas
de la Villa de Hervás.

por los bellos parajes
del Valle del Ambroz,
se encuentra su Majestad,
el jardín de Extremadura,
para perderse y di frutar
de la paz y el sosiego
de amena y cosmopolita,
junto al bulevar de la alameda,
donde los conjuros son profecía
de una tierra soñadora.

Afable y dicharachero
por la jungla de los seres vivos,
haciendo ver que su filosofía,
es mirar siempre adelante,
y darte un abrazo de amigo.

Vente años,
surcando las calles de Hervás,
este personaje tan peculiar,
que lo mismo te recita,
que te canta una solea.

Como siempre por la alameda,
bajo los trenzados álamos blancos,
que va danzarin tirando los periódicos,
al más estilo Americano.

Que sirva esta autografía mía,
a la belleza de la expresividad,
ya que para mi es un honor gratifican te,
expresar mi propia vivencia
de lo más bello de este hermoso lugar.

Poemas de-
Pedro Utrera.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Mi Madre
Pedro Utrera.

ELLA ERA MI MUSA


Desde su lecho y como dos enamorados,
ella apretó mis manos
y susurrando me al oído exclamaba,
son horas robadas
que al final del crepúsculo de la vida,
todo lo que no seda,
se pierde y se acaba.


Me preguntaba yo,
si estaré preparado,
para cuando ella muera,
que inspiración me espera,
será sepulcral,
o será de inspiración belleza.


Me recuerdo de aquel atardecer,
de su amor y su viveza,
de cómo la tarde buscaba a las estrellas,
que será de mi, el día que ella muera.


Camino aflíjido,
porque me embarga una pena,
mis niños corretean y juegan,
que ellos no seden cuenta,
de mi llanto y mi pena.


Me perdí por un lugar inmenso,
de llanuras y horizontes,
por caminos insinuosos de angosta,
a ritmo de fragancia con las flores,
donde el sol de la tarde caía,
en presencia de los canchos de Ramiro,
yo contemplaba los silencios y las soledades,
y el inmenso caudal,
con sus farallones me pretendían.


Como una Diosa,
el cielo se la llevo,
para luego irme yo,
ella era mi musa,
y mi fuente de inspiración.


Poema de
Pedro Utrera.