Nací en Casillas de Coria, envuelto en lagrimas de pureza un 22 de Febrero de 1.949, de donde tuve que emigrar al País Vasco en el año 1.963, junto con mis Padres y Hermanos, ya que por aquel entonces la necesidad era obligada. Fue el año que mataron al presidente Kennedy. Pero 3 años antes, tuve que dejar la escuela para ponerme a trabajar y ayudar a la economía de la casa, que no era muy boyante, y había que trabajar arrancando jaras para los señores de antes, ya que si querías comer no había más remedio que doblar la rabadilla. Yo, que fui mal estudiante y pocas oportunidades que nos dio la vida, aquí me encuentro sin estudios académicos. Pero no son menos importante los estudios que me ha enseñado la vida, por ejemplo junto a mis Padres, que me enseñaron a ser persona y a tener dignidad, y caminar y hacer que caminen los demás, porque esa es mi visión de la vida, a través de los pueblos de su gente sencilla, de su belleza, rebuscando en los entresijos de la propia vivencia de la vida. Esta es mi poesía que me sale de mi adentro, como se dice en el argot flamenco, me sale de lo más jondo, y expresamos al dolor y la fatiga y a las penurias que hemos “pasao”, porque no nos olvidemos de donde venimos, del arado de la trilla del yunque y la fragua. Y como suelo decir yo: Soy amigo del viento, entre dos aguas me crié, soy de Casillas de Coria, de un rincón extremeño, por si ustedes lo quieren saber.



jueves, 17 de mayo de 2012

NI LOS DESVARIOS NI LA JINDAMA



                                                                        

                                        
                                                              Para ti, Moraíto Chico
                                                                 Foto de- Pedro Utrera



Ha muerto el genial guitarrista
Manuel Morao Junquera,
más conocido en el argot flamenco,
como Moraíto Chico,
un amigo cabal de la peña flamenca,
de la bulería de Hervás.

Ni los desvaríos ni la jindama,
pudieron con la ortodoxia,
de Manuel Morao Junquera,
Moraíto Chico.

Con su virtuosidad artística flamenca,
nos ha dejado trazos de tute y revolú,
en los soné del jipío y la revolera,
que a buen seguro que quedaran,
en los anales de la historia.

Torbellino de pétalos de seda,
duende de tus manos poderosas,
que junto a José Mercé
nos dejaste tu valía artística,
con un raudal de arroyitos de agua clara.

Un Jerezano con la magia y la estirpe
y la esencia de su barrio de Santiago,
que desde su Jerez de la Frontera,
                                                         pregono su nombre por montera,
pasando por la Villa deHervás
y por toda España entera.

Por los caminos reales del cante,
la siguirilla te canta y llora,
al son de los manantiales
para ti, flamenco y Gitano,
arroyitos de agua clara.


Poemas de
Pedro Utrera.