Nací en Casillas de Coria, envuelto en lagrimas de pureza un 22 de Febrero de 1.949, de donde tuve que emigrar al País Vasco en el año 1.963, junto con mis Padres y Hermanos, ya que por aquel entonces la necesidad era obligada. Fue el año que mataron al presidente Kennedy. Pero 3 años antes, tuve que dejar la escuela para ponerme a trabajar y ayudar a la economía de la casa, que no era muy boyante, y había que trabajar arrancando jaras para los señores de antes, ya que si querías comer no había más remedio que doblar la rabadilla. Yo, que fui mal estudiante y pocas oportunidades que nos dio la vida, aquí me encuentro sin estudios académicos. Pero no son menos importante los estudios que me ha enseñado la vida, por ejemplo junto a mis Padres, que me enseñaron a ser persona y a tener dignidad, y caminar y hacer que caminen los demás, porque esa es mi visión de la vida, a través de los pueblos de su gente sencilla, de su belleza, rebuscando en los entresijos de la propia vivencia de la vida. Esta es mi poesía que me sale de mi adentro, como se dice en el argot flamenco, me sale de lo más jondo, y expresamos al dolor y la fatiga y a las penurias que hemos “pasao”, porque no nos olvidemos de donde venimos, del arado de la trilla del yunque y la fragua. Y como suelo decir yo: Soy amigo del viento, entre dos aguas me crié, soy de Casillas de Coria, de un rincón extremeño, por si ustedes lo quieren saber.



lunes, 17 de noviembre de 2008

Mi primer poema

El aullido del lobo
Pedro Utrera.

Mi primer poema fue para mi,
muerte desolación y pena,
de no haber sido por ti,
no abría valido la pena,
escribirte yo a ti, estos poemas.
Aunque tu muerte volando se fue,
cumpliste tu proeza,
dejándole al mundo entero,
tanto amor y tanta belleza.

Entre riscos picachos y farallones
el buitre leonado con su gente te venera,
como si de un ritual o vaticinio fuera,
desde la peña Maya, y la caída de la tarde,
el estruendo aullido del lobo sobrecogedor,
que provenían de las cárcavas de la sierra.

No es tanto como lo pintan al lobo,
ya que hay gente que se viste de piel de cordero,
para darte una patada en el trasero,
pero tu fuiste su mejor amigo
y ellos te supieron comprender.

Camino de Poza de la Sal
flores con aroma de azahar,
donde mi niña Lorena cogía flores
para su tumba sepulcral,
ella inocente en la tragedia
le puso un ramo de flores y se puso a llorar.

Fue tanta belleza emocional,
que los regatos junto a los junquillos
con sus lloros nos salpicaron al pasar,
por la muerte del genuino naturalista,
Feliz Rodrigue de la Fuente,
el rey de la naturaleza,
nacido en Poza de la Sal.

Poemas de Pedro Utrera.
Basado en el año de su muerte.

1 comentario:

jonassanchezpedrero@yahoo.es dijo...

Enhorabuena por tu pagina. Saludos de Jonás Sánchez.